Miguel Sanchez Ávila
Nacido en Arecibo, Puerto Rico, hijo de Apolonio Sánchez-Arostegui e Iris Noemí Ávila-Talavera, quien era una muy conocida Pastora y Evangelista, fundadora del Ministerio «Sed llenos del Espíritu Santo» y segunda hija del reconocido Evangelista internacional Yiye Ávila.
Miguel vivió un tiempo en América del Sur, donde tuvo una infancia difícil, el divorcio y continuos problemas entre sus padres, problemas del entorno, y cierto tipo de personas que no fueron lo mejor, pero Dios siempre estuvo con él. Vivió un tiempo con su padre y una tía, media hermana de su papá.
Estudió primaria en el colegio cristiano de la iglesia a la cual asistiría desde niño en América del Sur llamada «A Dios sea la Gloria», de denominación metodista y fundada por misioneros estadounidenses.
Hubo momentos en los que acompañaba a su madre a sus campañas e intervenía siempre con mucha capacidad en las escuelas bíblicas dominicales.
Lamentablemente, no pudo disfrutar muy bien a su madre de niño y viceversa, debido al conflicto del divorcio, el cual se fue muy lejos, y en el que intervino su tía, de forma muy nociva. Sin embargo, la que fue abuela de Miguel por parte de padre, María Arostegui-Suppini, se había esforzado en su época para que la tía de Miguel hubiese tenido una buena educación, de esa forma, Miguel aprovechó no sólo en la escuela, sino con aquella tía para saber todo su historial familiar y más que todo para «pulirse» en la gramática, forma de escritura y más.
En la iglesia metodista donde asistía, no creían en las lenguas, sin embargo, la esposa del Pastor, que era de Brasil y dominaba muy bien el español, al igual que su esposo, de momento, en el servicio, comenzó a hablar en lenguas y no pudo parar, ante una congregación atónita y un niño Miguel gozoso en risa por ver como Dios desafiaba la terquedad humana.
Cuando se cumplió la promesa de Dios, de que Miguel y sus hermanas estarían con su madre; Miguel estuvo muy contento de estar con ella, ya que siempre había tenido que irla a despedir al aeropuerto y verla marchar, y solo podía verla cuando ella iba en campañas.
Tan solo pasaron unos meses, viviendo junto a su madre, y ya Miguel estaba trabajando en el que fuera el Ministerio de su abuelo, Yiye Ávila, pionero en la televisión cristiana local en Puerto Rico.
Miguel siempre tuvo gusto por la televisión y el cine, el propósito de trabajar con su abuelo era sólo por el verano para tener fondos de su trabajo como camarógrafo de interiores, y así sufragarse el viajar de Camuy hasta San Juan para estudiar su carrera en telecomunicaciones; y a la vez, aprendería en el canal de su abuelo la parte técnica de lo que le tocaría estudiar, pero el propósito de Dios era otro.
La Universidad aceptó la transcripción de créditos de Miguel del Instituto «Luces de Vida», de su madre, en relación a los cursos de aspectos «religioso» y teológicos que tendría que tomar como cursos básicos.
Su madre, Noemí Ávila, tenía títulos de MDiv, DMin, DD, PhD en Consejería Ministerial y en ese Instituto Bíblico llamado «LUCES DE VIDA», capacitó a muchos líderes y obreros para la obra ministerial, entre ellos a su hijo Miguel.
Cuando apenas comenzaba los estudios universitarios, comenzaron experiencias espirituales insistentes y PODEROSAS. Visiones con el Señor Jesús, ángeles, demonios, guerra espiritual y mucho más. Dios llamaba a Miguel a predicar pero él se rehusaba. Trataba de ignorar todo, pero fueron un poco más de dos años de insistencia divina hasta que algo pasó una noche: Miguel se sintió de momento que no se podía mover en la cama, era Dios. El Espíritu Santo comenzó a golpear intensamente sus pies desde adentro del cuerpo hacia afuera, manifestado en fuego. Al levantarse, Miguel arrastraba los pies y por todo el día no podía caminar bien, mientras que a duras penas se erguía cada vez que veía a su madre, para que no se diera cuenta y después tuviera que decirle y ella le insistiera también en que Dios le llamaba a predicar.
Por días intensos, se manifestó una voz dentro del corazón de Miguel, que la sentía ardiendo como la zarza de Moisés, y que decía ¡PREDICA! ¡PREDICA!
Contradictoriamente, Miguel se tapaba los oídos, pues la voz venía desde adentro, y en desesperación le repugnó y reclamó a Dios: ¡YIYE TIENE 9 NIETOS! ¡Ay ocho más! Vete y llama a los demás ¿por qué te fijas en el que quiere reparar su vida? NO VOY A METERME A ESO para que me hagan igual que a mi abuelo y a mi madre ¡¿ACASO CREES QUE NO TENGO OJOS?!
La voz siguió insistiendo más fuerte.
Solo unos días después, esa misma voz, en el ministerio de su abuelo, en horas de trabajo, Miguel sintió que lo dominó, y lo llevó «arrastrando» los pies por las escaleras a contarle todo a su abuelo, quien parecía haberlo estado esperando.
Ese día se suponía tocaba otro camarógrafo para hacer las cámaras para el programa «La Cadena del Mediodía» de Yiye, y al no ir, Miguel tocó en «relevo».
Al comenzar a contarle todo a su abuelo, Yiye miraba lo miraba fijo, escuchando algo que parecía ya saber. Miguel aún no quería predicar, y dijo más o menos algunas experiencias, cuando de momento, inmediatamente al terminar, el fuego que sentía en su corazón, salió disparado hacia Yiye, quien recibió el impacto inmediato y comenzó a hablar en lenguas. La atmósfera del salón parecía estar despejada y se manifestó brevemente un brillo y una claridad intensa.
Y allí sucedió: Yiye apartaría inmediatamente una fecha para que Miguel predicara en un culto de los viernes; transmitido por televisión, un día de Mayo 31.
Desde ese momento, el ministerio de Miguel creció muy rápido. Tuvo su programa de televisión, por idea e iniciativa de su madre y abuelo, y salía a predicar mucho a Ecuador, donde cientos de personas se convertían. Campañas por semanas de 400, 200, 300 convertidos.
Visitó en pequeñas campañas hechas en Guatemala, El Salvador, República Dominicana, México y luego estuvo en Perú, Argentina y Chile, también con cientos de convertidos.
Mientras oraba con su abuelo en una madrugada en el tercer piso del Ministerio, una visión lo transportó a un estadio, donde estaba predicando a muchas personas y el estadio estaba repleto de gente. Según la visión, habían sucedido eventos difíciles y ahora la gente buscaba de Dios. Miguel abría los ojos y miraba a su abuelo y a otros hermanos en la fe y todo mundo estaba tranquilo orando. Cerraba y abría los ojos y la visión estaba allí y se manifestaba. Se fue al baño a lavar los ojos y la visión seguía de forma insistente.
Estudió también actuación e hizo una maestría de Administración de Empresas con concentración en gerencia, ya que entendió que había más reputación y «peso» en estudios seculares, que lo ayudarían a aplicarse en el Evangelio y académicamente, que seguir en otros institutos teológicos donde cualquiera fácilmente se graduaba y hasta le regalaban el «título», y de hasta muchas veces, donde había mucha confusión doctrinal.
Escritor también de varios libros como «Desenmascarando», «FE para ser arrebatados» y más, de contenido espiritual y profético bíblico.
Siempre fue aficionado al deporte, pero ser «nieto de Yiye», no le ayudó en Puerto Rico, ya que lo veían siempre como una competencia.
En el año 2017, luego del huracán María y años luego de haber fallecido su abuelo y su madre, y haber esperado paciente y soportando lo indecible, Miguel dejó en la mesa del «dueño» del Ministerio su carta de renuncia redactada a puño y letra.
El Ministerio de Yiye Ávila pasó a las manos de quien había sido el vicepresidente de la junta de directores, y coordinador de campañas de Yiye, el señor Tommy Figueroa.
La partida de su madre fue difícil, muriendo en las misiones en un país extranjero para luego ir a sacar el cuerpo y tardarce una semana en la gestión, pero peor la de su abuelo, que cuando estaba a punto de fallecer, nadie del Ministerio, ni de la familia, lo llamó.
Miguel se enteró que su abuelo había muerto mientras hacía las cámaras en el culto de los viernes, donde mismo había comenzado su ministerio, y por boca del señor Tommy Figueroa y su junta. Fue cuando dejó la cámara y se fue a la casa de su abuelo.
Desde New York, en la actualidad, y después de la pandemia, dirige transmisiones de oración y mensajes bíblicos de profundidad y poder por diversas redes, donde se conectan miles del personas alrededor del mundo mientras sigue saliendo en campañas además de capacitar por medio de clases en la Internet a hermanos en la fe alrededor del mundo.
Miguel siempre ha sido testigo del poder de Dios en sanidades, milagros, conversiones de muchos y reconciliaciones en sus campañas, trasmisiones en vivo y cuando era niño.
Queda más por suceder… Solo se puede decir: «A DIOS SEA LA GLORIA».
Noemí Ávila-Talavera (Madre)
Pastora-Evangelista...
Hasta cierta edad, ella y sus hermanas acompañaban a su padre a grandes campañas en Argentina y más, pero mientras más pasaba el tiempo, más venía gente que se aprovechaban de la bondad de Yiye y parecían un sanedrín, metiéndose hasta en asuntos familiares que no les correspondían, poniendo las manos en lo que no era de ellos, y sembrando cizaña entre la propia familia por lo tradicional de la cultura: ENVIDIA, CELOS Y CHISME. Noemí decidió seguir su camino ministerial más tarde, casándose y teniendo tres hijos: Miguel, Sulabel y Sunaholy. Los nombres de sus niñas fueron el resultado de una mezcla de nombres bíblicos para quererlos hacer originales y de un propio significado espiritual. Lamentablemente no tuvo éxito en su matrimonio y hasta se le exigió que dejara su llamado ministerial, cosa en la que Yiye también intervino y trató de mediador y expresó que era imposible.
Pasó años sin poder disfrutar de sus hijos y compartió con hijos de otros hermanos en la fe, corriendo bicicleta y practicando tenis y más. Sin embargo, las circunstancias la hicieron más fuerte y siempre habían cientos de convertidos en las campañas evangelísticas, abriendo obras en Venezuela y Puerto Rico donde luego pastoreó y organizó un grupo de misioneras con las que visitaba las obras y hacían campañas, cantaban, predicaban y enseñaban y habían poderosos testimonios, conversiones y reconciliaciones.
Dios la envió por varios lugares en el Caribe, norte, sur y centro América a predicar la
Palabra de Dios y dictar conferencias, donde hubo poderosos testimonios de sanidad, milagros y conversiones.
Cursó estudios universitarios donde obtuvo sus títulos de MDiv, DMin, DD, PhD en Consejería Ministerial y tenía un Instituto Bíblico llamado "LUCES DE VIDA", donde capacitó a muchos líderes y obreros para la obra ministerial.
Dio seminarios a nivel secular y doctoral sobre sanidad interior, cómo vencer el temor, temas de la mujer, control de crisis, comunicación efectiva, entre otros.
Levantaba grupos de Intercesión poderosos, en su mayoría de damas, en obras y ministerio y se destacó en obras de beneficencia en Venezuela.
Entre los últimos 10 años de su vida, Dios le permitió vivir con sus tres hijos, como una vez le prometió, siendo los primeros años, un tiempo de restauración hermoso y de avivar en su iglesia en Puerto Rico.
Yiye Ávila (José Joaquín Ávila Portalatín)
Nació un 11 de septiembre de 1925 en el barrio Zanjas de Camuy. Hijo de Herminia Portalatín y de Pablo Ávila. Se casó con Carmen Delia Talavera y de ese matrimonio nacieron tres hijas: Iris Noemí, Carmen Ilia y Doris Mirna, Su biografía es extensa. Se graduó de escuela superior en Arecibo, Puerto Rico, e ingresó en la Universidad Interamericana en San Germán, donde obtuvo un bachillerato en Ciencias Naturales. Por 21 años enseño biología y química para el Departamento de Instrucción Pública.
Yiye Ávila nació para ser maestro, enseñaba y se aprendía. Tenía la capacidad de explicar con palabras sencillas las cosas difíciles y complicadas de la ciencia. Al mismo tiempo que era maestro también se dedicaba al deporte. Fue uno de los grandes atletas puertorriqueños de su época. Aunque estuvo en el béisbol, donde más se destacó fue en el físico cultutismo.
En los bajos de su casa construyó un gimnasio donde se desarrollaron grandes atletas que dieron gloria al país. De allí salieron tres Mr. Puerto Rico en la disciplina del fisiculturismo, uno de ellos fue precisamente Yiye Ávila en 1952. Posteriormente también llegó a ganar en 1954 el campeonato de Mr. Norteamérica.
Esto contagió a muchos camuyanos que por años practicaron este deporte en el pueblo. Además del fisiculturismo, fue un destacado pelotero del Camuy Arenas. Algunos años después un padecimiento artrítico detuvo su carrera atlética y sus éxitos en el deporte. Allí comenzaría la segunda parte de su vida, dedicada al evangelio.
Yiye Ávila, hasta principio de la década de 1960, fue cuando vio un programa de televisión del predicador evangélico Oral Roberts, donde se convence de dedicar su vida al evangelio. En 1967 se jubila como maestro y se dedica de lleno al trabajo evangélico.
Se convierte en predicador y en 1972, junto a algunos amigos y familiares funda el Escuadrón Relámpago Cristo Viene. Su predica hizo crecer el movimiento y hubo la necesidad de construir un edificio que alojara a su feligresía. Su predicación hizo eco en grupos de iglesias y en evangelistas de América latina quienes lo invitaban a predicar en sus iglesias y comunidades. Su impacto fue grande y la necesidad de escucharlo en muchos países la llevó a crear un programa radial y luego una cadena televisiva llamada Cadena del Milagro. Así llegaba a muchos hogares de América. El crecimiento de su ministerio fue muy considerable y además de radio y televisión se añade imprenta donde logró publicar libros, revistas cintas de audio y video y una programación continua de manera televisiva. Visitó muchas ciudades del hemisferio y de otros continentes donde fue recibido por un sin número de gobernantes y de famosos predicadores en el mundo. Publicó, desde 1973, libros de su autoría y otros escritos dedicados a la evangelización y a la salvación de las almas. Pasó por muchos retos, entre ellos, el fallecimiento de dos de sus tres hijas. En enero de 1989, Carmen Ilia, quien fue asesinada por su esposo, y el 28 de abril de 2009, Iris Noemí, perdió su vida en medio de una campaña misionera en América del Sur. José Joaquín (Yiye) Ávila Portalatín partió con el Señor a los 87 años, el 28 de junio del 2013. Su vida dedicada al magisterio, al deporte y al evangelio, fue cabal, limpia y transparente y un orgullo para todos en el pueblo cristiano.